La mujer ha llegado para quedarse.
- Katherine Pérez Bobadilla
- 8 oct 2017
- 5 Min. de lectura
Imagine un equipo de fútbol. Imagine a los once jugadores: Hombres de notable condición física, pasión por el deporte y conscientes de la importancia del trabajo en equipo que se requiere para triunfar en esta disciplina. Ahora imagine a su entrenadora— Sí, leyó bien, entrenadora —Si la imagen le pareció descabellada, chocante o poco probable, sería bueno preguntarse ¿Es realmente imposible?
Las actuales tendencias empresariales, orientadas al diseño de nuevos modelos de negocio, se definen con un matiz más flexible con el propósito de abarcar y satisfacer las múltiples necesidades que existen, tanto económicas, profesionales, laborales, sociales, ambientales, etc., muchas de las cuales trascienden a las necesidades elementales básicas, dando paso a necesidades como las de autorrealización profesional de los colaboradores. De acuerdo a Abraham Maslow en su libro ‘Motivación y Personalidad’ "Las gratificaciones de las necesidades superiores producen resultados subjetivos más deseables, es decir, más felicidad profunda, más serenidad y riqueza de la vida interior." (Maslow, 1991 p.89)
No existe empresa en la actualidad que no considere al menos dos de estas temáticas en sus lineamientos organizacionales. Sin embargo, esta capacidad de asumir con éxito más de una responsabilidad a la vez— Desarrollada en mayor medida por el género femenino —de mantener un checklist mental a diario o el estar realizando simultáneamente dos o más tareas, ha perdido consistencia en las empresas de nuestro país, lo que además se interpreta como una falta de consecuencia por parte de quienes postulan la igualdad de género. A modo de ilustración, la nota del Diario La Nación (Ver nota aquí) señala que "Según el informe de brecha de género del Foro Económico Mundial publicado en 2015, Chile se ubica en el lugar 131 a nivel mundial en el ránking de países sobre inequidad salarial entre hombres y mujeres por el mismo trabajo. Esto posiciona al país como el segundo con mayor brecha en Latinoamérica, superado solo por Brasil, que se ubica en el lugar 133."

En la actualidad las mujeres pueden ser profesionales, madres, madre-padre, dueñas de casa, apoderadas, y combinar todas estas funciones con sus actividades familiares y de esparcimiento. Ya no están sentadas esperando a que llegue el príncipe azul, finalmente se visten de azul y salen a conquistar el mundo. La mujer actual se educa, se divierte, se propone metas académicas, viaja, recibe reconocimientos, lucha porque su género día a día sea reconocido. La llamada Nueva Economía, basada más en el conocimiento que en la industrialización, requiere de más competencias femeninas, como la empatía o la generación de lazos fuertes.
"De las empresas con mejores resultados financieros, 20% tienen una mayor presencia de mujeres en posiciones de liderazgo, según datos del Reporte Anual Global Leadership Forecast 2014-2015, de la consultora Development Dimensions. En contraste, 20% de las empresas con menores resultados financieros mostraban un grado mucho menor de mujeres en puestos de liderazgo." (Ver artículo de Forbes aquí)
"A pesar de tener educación superior, a pesar de que el reconocimiento de la experiencia declina más rápidamente para los hombres que para las mujeres, en América Latina se observa una persistente brecha de ingresos entre las profesionales y sus pares masculinos" Louise Cord, Gerente del Sector de Reducción de Pobreza y de género del Banco Mundial. (Ver artículo del Banco Mundial aquí)
Nuestro país es uno de los países latinoamericanos en donde las mujeres aún siguen cobrando menos que los hombres, específicamente en profesionales de alto rango. Esto puede deberse a la cultura machista que aun impera en nuestra sociedad. Además, factores como la maternidad son puntos que cuestionan muchas veces el ascenso, extensión laboral o contrataciones dentro de las empresas y eso es netamente un tema retrogrado. Todo se tiene que adaptar para poder evolucionar— Concepto del Científico Naturalista Charles Darwin —del mismo modo, las empresas tienen que evolucionar con las exigencias que existen en la actualidad, las mujeres son importantes en las compañías, por tanto, la maternidad debe ser considerada por estas como una decisión individual y ley natural de la vida, que no debe afectar la carrera profesional de una colaboradora. ¿Por qué no existen más salas de lactancia? A veces las leyes se crean de forma exagerada, la verdad es que cosas tan prácticas como estas facilitarían el desempeño de las mujeres en sus puestos de trabajo.
"Las tasas de participación de las mujeres en la fuerza de trabajo se han acercado a las tasas de los hombres en las últimas décadas, pero en todos los países de la OCDE las mujeres siguen teniendo menos probabilidades que los hombres de dedicarse al trabajo remunerado. Cuando las mujeres trabajan, son más propensas a hacerlo a tiempo parcial, tienen menos probabilidades de avanzar a puestos directivos, son más propensas a enfrentarse a la discriminación y ganan menos que los hombres. Las mujeres, en la OCDE, en promedio ganan casi un 15% menos que sus homólogos masculinos, una tasa que apenas ha cambiado desde 2010." Señala la OCDE en su estudio ‘La Lucha por la Equidad de Género: Una Batalla Cuesta Arriba’ (Disponible aquí), donde nuestro país se posicionó quinto en el listado de países miembros en los que hay mayor brecha salarial entre hombres y mujeres; y noveno, al incluir a países asociados.

Finalmente, si no se generan las instancias de participación es difícil que las organizaciones entiendan las diferencias en las direcciones de ambos géneros. No se trata de competencia, si no de entender lo que significa incorporar o reconocer el trabajo que hace la mujer. No creo en equiparar los géneros, al contrario, ambos tienen particularidades que los hacen únicos, lo que creo es en la potencialidad que se puede generar si ambas visiones se unieran para lograr mayor sinergia en los equipos de trabajo. Dejar esa bruta pelea de quién es mejor, para preocuparse los logros que se podrían alcanzar por medio de la colaboración.
La mujer día a día genera protagonismo, pues los tiempos han cambiado; eso de casarse antes de los treinta años es retrogrado. A esa edad, la mujer actual recién comienza a disfrutar de sus frutos profesionales, hay nuevas necesidades que han ido surgiendo en la última década, y no me parecería raro ver en unos años más a una selección de fútbol dirigida por una mujer ¿Se imaginan todo lo que mediáticamente significa, la imagen que puede llegar a producir y que además su participación resulte exitosa? Sí, es algo fuerte de imaginar, pero no imposible.

Creo en la inclusión y la igualdad de oportunidades en todo ámbito, es por ello que sé que la mujer está intentando entrar en el mundo laboral, no para quitarles el puesto o demostrar ser mejor que los hombres, mi género está demostrando que cuenta con las competencias necesarias en diferentes ámbitos de la gestión empresarial, les está dando una mano con la creatividad, la pasión, el compromiso, la diversidad, la flexibilidad, entre otras cosas, que ayudan a mejorar los procesos que como seres humanos hemos inventado, pero hasta hace poco, sin considerar la visión de la mujer.
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