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De emprendedor a empresario: Un camino difícil...Pero no imposible.

  • Roberto Barrera Lobos
  • 18 sept 2017
  • 6 Min. de lectura

Emprender (Real Academia Española) "Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro."


Si bien la temática del emprendimiento ya ha sido abordada en un artículo anterior (Ver artículo aquí), en esta oportunidad les invito a analizarla desde un punto de vista más bien práctico y no sin una importante cuota de dificultades que pueden surgir en el camino.


Todo emprendimiento nace de una idea: Hay tanta variedad de ideas de negocio como variedad de emprendedores existe, pero no necesariamente estas ideas llegan a convertirse en oportunidades viables, sustentables y/o rentables. Para que una idea pueda llegar a ser, al menos, considerada como rentable, debe cumplir con el criterio elemental de aportar en la solución de un problema económico que se ha planteado con anterioridad, es decir, cubrir una necesidad insatisfecha, ofrecer una alternativa más eficiente para satisfacerla, o crear una necesidad en el consumidor.

Conozco a un par de personas que tienen un buen olfato para identificar oportunidades de negocio, pero que después del análisis inicial, realizar algunos cálculos e incluso solicitar cotizaciones, no llegan a concretar su idea. En mi familia existen algunos casos también, y, personalmente, hace poco más de diez años vengo madurando una idea que, de haberla materializado, hace tiempo habría alcanzado la madurez de una empresa con tal trayectoria y probablemente a estas alturas se encontraría consolidada. Una segunda idea surgió, pero no llegó tampoco a concretarse, sin dejar de ser una buena idea.


He aquí una de las primeras dificultades para un emprendedor: Superar sus propias debilidades. Puede ser un factor personal, propio de nuestra idioscincracia o del estilo de vida acelerado que llevamos, lo cierto es que es el primer obstáculo en un camino de riesgo e incertidumbre. Debemos aprender a lidiar en primer lugar con nosotros mismos si deseamos emprender, de lo contrario, vale más continuar en lo que estamos.


De la mano de la idea, el proyecto aparece como la búsqueda de un método eficiente para solucionar de forma racional el problema económico identificado. La evaluación de proyectos cobra valor en este punto, pues con su aplicación es posible disponer de la información necesaria para la toma de decisiones, dando sustento técnico a la oportunidad de negocio identificada. (Sigue pendiente el artículo que abordará esta temática)


Esta es una variable muy subestimada por los emprendedores. He podido observar a muchas personas con buenas ideas de negocio pero que carecen de los conocimientos necesarios para evaluar técnicamente un proyecto, razón por la que prefieren confiar en más en su instinto que en el análisis de factibilidad ¿Y qué debemos hacer cuando no sabemos hacer algo? ¿Investigar? ¿Capacitarnos? ¿Buscar asesoría? Cualquiera de éstas alternativas podría considerarse válida, sin embargo lo primero que debemos hacer es asumir que por más que tengamos buenas ideas, habilidad para identificar necesidades o el espíritu para emprender, no somos superdotados ni tenemos la obligación de saberlo todo. Conócete a ti mismo; en otras palabras, conoce tus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, y por sobre todo, conoce y reconoce cuando algo está fuera del alcance de tus capacidades. Pide ayuda de ser necesario.


El financiamiento es siempre una de las dificultades más importantes de los emprendedores. Más allá del Reporte Nacional de Chile 2016, que recoge el artículo de Publimetro (Ver aquí) donde se indica que "casi un 60% de los emprendedores que están en su etapa inicial en Chile pertenece al estrato socioeconómico ABC1 y C2" es decir, a la clase alta y media respectivamente, ¿Qué ocurre con aquellas ideas que por falta de oportunidades de desarrollo, financiamiento, o desconocimiento de las posibilidades de financiamiento disponibles no llegan a convertirse en emprendimiento, o aquellas que nacen en lo estratos sociales más vulnerables? Existen muchas ideas de negocio innovadoras que provienen desde los grupos socioeconómicos más vulnerables, sin embargo, las brechas se encuentran principalmente en el acceso a información, las redes, y por cierto, al financiamiento, razón por la que no encontraremos un gran número de representantes de éstos grupos en estudios de este tipo.

En nuestro país existen diversas fuentes de financiamiento. CORFO y SERCOTEC son las más populares, y en el último tiempo, Start-Up Chile que "potencia emprendimientos tecnológicos globales para que usen al país como plataforma para escalar al mundo." Sin embargo, existe un gran número de alternativas de financiamiento para emprender como es el caso de Ideame, Emprende Fundación Chile, Green Startup, SociaLab o Jump Chile, entre muchos otros igual de diversos que los proyectos o los emprendedores. La dificultad aquí radica más en las competencias que en la disponibilidad, por lo que sugiero asesorarse por alguien que cuente con las competencias necesarias para elaborar un plan de proyecto que permita la adjudicación de los fondos.


Ya sea con recursos propios, mediante un préstamo, financiamiento público o privado, o la combinación de dos o más de éstas alternativas— U otras que pudiera estar pasando por alto —con el capital necesario para la inversión inicial ya podemos respirar...Más bien, tomar aire nuevamente y seguir adelante...Esto recién comienza...


...En este punto es cuando el emprendedor se convierte en empresario. Al formalizar su emprendimiento, el empresario se haya frente a los derechos y obligaciones que el ordenamiento jurídico establece para las personas jurídicas y sus representantes legales. No es un mal momento para hacer gala de habilidades blandas como la ética y la responsabilidad (Ver artículo anterior aquí) y con ello, posicionar una marca basada en principios y valores sólidos, que trasciendan a la declaración escrita en el plan de negocio, a las ganancias y al tiempo.


La escrituración de la empresa puede ser realizada por la vía tradicional— Con la ayuda de un abogado —o por el portal dispuesto por el Ministerio de Economía denominado Escritorio Empresa. En este último es posible crear y operar una empresa (Ver vídeo aquí), pero cuidado, a veces parece más fácil de lo que realmente es. Para el inicio de actividades el Servicio de Impuestos Internos dispone también una plataforma web para este y otros trámites relacionados con las obligaciones tributarias.

A pesar de tratarse de soluciones tecnológicas, formuladas para resolver de manera más eficiente la necesidad de un segmento de la sociedad, no es tan eficiente como uno podría esperar. Como se acostumbra en nuestro país, el refrán de que 'en el camino se acomoda la carga' cobra valor con estas innovaciones.


Comenzando con el certificado digital, primer requisito para operar en Escritorio Empresa y el SII, las empresas privadas autorizadas por los organismos públicos para su desarrollo y comercialización, no parecen siquiera conocer los alcances de sus propias invenciones, o no los comparten como resguardo ante el riesgo de un escenario de espionaje industrial de pacotilla entre las cuatro empresas proveedoras.


Mientras tanto, en el SII parecen no ponerse de acuerdo. Entre la línea de atención telefónica, las oficinas y la página web, no existe consenso ante consultas que podrían considerarse rutinarias. A modo de ejemplo, puedo mencionar el cambio en la condición contractual del domicilio declarado al formar mi empresa.— Sí, finalmente lo hice, aunque con algunos cambios y ajustes a la idea original. A pesar de que la página web permitía hacer el trámite online, decidí cerciorarme y llamar a la mesa de ayuda, quienes me indicaron que no se podía realizar en la página y debía dirigirme a las oficinas para solicitar el trámite. Una vez ahí, me preguntaron por que no lo hice por internet, negándose a hacer el cambio en el mesón. Cuando volví a intentarlo a través de la página, un mensaje me advirtió que debía acercarme a las oficinas para poder modificar los datos. ¿Entretenido, no es cierto?


Planificación estratégica, administración de recursos humanos, servicio al cliente (Tema de un próximo artículo) y administración de operaciones fueron algunas de las cosas que pasaron por mi cabeza cuando me encontré en estas circunstancias...sólo algunas.


La formalización es sólo el principio de un difícil camino para una pequeña empresa y el empresario, pero sin duda, las metas que nos hemos planteado como desafío superan con creces éstos obstáculos. A quienes tengan un perfil emprendedor, les invito a seguir mirando con creatividad su entorno cercano, buscando una solución sustentable al problema económico detectado, siempre con perseverancia y sin olvidar de buscar apoyo en personas y/o empresas con la preparación y experiencia necesarias para materializar su idea y pasar de emprendedores a exitosos empresarios.

Para nosotros los emprendedores, no existe la palabra imposible en nuestro lenguaje y difícil es sinónimo de fácil.


El cielo es el límite.

 
 
 

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